miércoles, 16 de noviembre de 2011

Acude a tu Dios, que Él te está esperando!!!


Clama a mí, y yo te responderé, 
y te enseñaré cosas grandes y ocultas 
que tú no conoces.
Jeremías 33:3

La obediencia y Dios!



Exhortación a la obediencia / Proverbios 3


Hijo mío, no te olvides de mi instrucción, 
y guarde tu corazón mis mandamientos;

porque abundancia de días y años de vida 
y bienestar te aumentarán.

No se aparten de ti la misericordia y la verdad; 
átalas a tu cuello. Escríbelas en las tablas de tu corazón,

y hallarás gracia y buena opinión 
ante los ojos de Dios y de los hombres.

Confía en Jehovah con todo tu corazón, 
y no te apoyes en tu propia inteligencia.

Reconócelo en todos tus caminos, 
y él enderezará tus sendas.

No seas sabio en tu propia opinión: 
Teme a Jehovah y apártate del mal,

porque será medicina para tu carne 
y refrigerio para tus huesos.

Honra a Jehovah con tus riquezas 
y con las primicias de todos tus frutos.

Así tus graneros estarán llenos con abundancia, 
y tus lagares rebosarán de vino nuevo.

No deseches, hijo mío, la disciplina de Jehovah, 
ni te resientas por su reprensión;

porque Jehovah disciplina al que ama, 
como el padre al hijo a quien quiere.

Bienaventurado el hombre que halla sabiduría 
y el que obtiene entendimiento;

porque su provecho es mayor que el de la plata,
 y su resultado es mejor que el oro fino.

Es más valiosa que las perlas; 
nada de lo que desees podrá compararse con ella.

Abundancia de días hay en su mano derecha; 
y en su izquierda, riquezas y honra.

Sus caminos son caminos agradables, 
y en todas sus sendas hay paz.

Es árbol de vida a los que de ella echan mano; 
bienaventurados los que la retienen.

Jehovah fundó la tierra con sabiduría; 
afirmó los cielos con entendimiento.

Con su conocimiento fueron divididos los océanos, 
y los cielos destilan rocío.

Hijo mío, no se aparten estas cosas de tus ojos; 
guarda la iniciativa y la prudencia,

y serán vida para tu alma y gracia para tu cuello.

Entonces andarás confiadamente por tu camino, 
y tu pie no tropezará.

Cuando te acuestes, no tendrás temor; más bien, 
te acostarás, y tu sueño será dulce.

No tendrás temor del espanto repentino, 
ni de la ruina de los impíos, cuando llegue,

porque Jehovah será tu confianza 
y él guardará tu pie de caer en la trampa.

No niegues un bien a quien es debido, 
teniendo poder para hacerlo.

No digas a tu prójimo: 
“Anda y vuelve; mañana te lo daré,” 
cuando tienes contigo qué darle.

No trames mal contra tu prójimo, 
estando él confiado en ti.

No pleitees con alguno sin razón, 
si es que no te ha hecho agravio.

No envidies al hombre violento, 
ni escojas ninguno de sus caminos;

porque Jehovah abomina al perverso, 
pero su íntima comunión es con los rectos.

La maldición de Jehovah está en la casa del impío, 
pero él bendice la morada de los justos.

Ciertamente él se burlará de los que se burlan, 
pero a los humildes concederá gracia.

Los sabios poseerán honra, 
pero los necios cargarán con la afrenta.


Por eso, obedece a Dios en todos tus caminos, 
no desistas de tu intento, 
si caes...vuelve a levantarte, 
porque el Señor conoce tu corazón 
y te dará las fuerzas 
y él te premiará con su amor y su bendición, 
cuando vea las intenciones de tu corazón!

Que Dios te bendiga y recuerda, 
 que sus caminos llevan a la  vida eterna!

jueves, 3 de noviembre de 2011

HOY, hablaremos de la Paz



Por nada estéis angustiados, sino sean conocidas vuestras peticiones delante de Dios en toda oración y ruego, con acción de gracias. Y la paz de Dios, que sobrepasa todo entendimiento, guardará vuestros corazones y vuestros pensamientos en Cristo Jesús.

Por lo demás...
todo lo que es verdadero,
todo lo honesto,
todo lo justo, todo lo puro,
todo lo amable,
todo lo que es de buen nombre;
si hay virtud alguna,
si algo digno de alabanza...
en esto pensad.
Flipenses 4: 6-7




2 Tesalonicenses 3:16 
Y que el mismo Señor de paz 
siempre os conceda paz en todas las circunstancias. 
El Señor sea con todos vosotros.

Hebreos 13:20 
Y el Dios de paz, que resucitó de entre los muertos 
a Jesús nuestro Señor, el gran Pastor de las ovejas 
mediante la sangre del pacto eterno

GUARDA TU CORAZÓN...GUARDA TU BOCA


Con toda diligencia, guarda tu corazón,
porque de él brotan los manantiales de la vida

Porque recuerda, amado en Cristo, que el Señor dice:

Proverbios 4:23
Sobre toda cosa guardada,
guarda tu corazón;
Porque de él mana la vida

Que nuestro amado Dios nunca nos diga...como dijo en Mateo 12:34
¡Camada de víboras! ¿Cómo podéis hablar cosas buenas siendo malos?
Porque de la abundancia del corazón habla la boca.

Mateo 15:18
Pero lo que sale de la boca proviene del corazón,
y eso es lo que contamina al hombre.

La palabra hermanos míos, nos enseña que del corazón vienen todas las cosas, por eso es tan importante guardarlo con celo, en todo momento y ante todo, porque la palabra nos enseña, por el mismo amor de Cristo, que nos lo revela...

Mateo 15:19
Porque del corazón provienen malos pensamientos,
homicidios, adulterios, fornicaciones, robos,
falsos testimonios y calumnias.


POR ESO, SEAMOS BUENOS

Lucas 6:45
El hombre bueno, del buen tesoro de su corazón saca lo que es bueno;
y el hombre malo, del mal tesoro saca lo que es malo;
porque de la abundancia del corazón habla su boca.

Deuteronomio 4:9
Por tanto, cuídate y guarda tu alma con diligencia,
para que no te olvides de las cosas que tus ojos han visto,
y no se aparten de tu corazón todos los días de tu vida;
sino que las hagas saber a tus hijos y a tus nietos.

Y AGREGARÉ LAS PODEROSÍSIMAS PALABRAS DEL SEÑOR,
CUANDO NOS DICE, CON GRAN AMOR, COMO UNA ENSEÑANZA DE VIDA

Proverbios 23:19

Escucha, hijo mío, y sé sabio,
y dirige tu corazón por el buen camino.

Y QUE DIOS PADRE, HIJO Y ESPÍRITU SANTO, QUEDEN CONTIGO EN TODO MOMENTO, POR CRISTO JESÚS, SU HIJO AMADO, REDENTOR NUESTRO Y SALVADOR!

Un regalo de enseñanzas, para que tengas un buen comportamiento

Proverbios 23

1 Cuando te sientes a comer con algún señor,
Considera bien lo que está delante de ti, (no seas apresurado)

2 Y pon cuchillo a tu garganta,
Si tienes gran apetito.

3 No codicies sus manjares delicados,
Porque es pan engañoso.

4 No te afanes por hacerte rico;
Sé prudente, y desiste.

5 ¿Has de poner tus ojos en las riquezas, siendo ningunas?
Porque se harán alas como alas de águila, y volarán al cielo.


6 No comas pan con el avaro,
Ni codicies sus manjares;  (la codicia, envenena)

7 Porque cual es su pensamiento en su corazón, tal es él.
Come y bebe, te dirá; Mas su corazón no está contigo.

8 Vomitarás la parte que comiste,
Y perderás tus suaves palabras.
(o sea que sólo traerás mal a tu vida)

9 No hables a oídos del necio,
Porque menospreciará la prudencia de tus razones.


10 No traspases el lindero antiguo,
Ni entres en la heredad de los huérfanos; 
(PORQUE TÚ ERES HIJO DE DIOS)

11 Porque el defensor de ellos es el Fuerte,
El cual juzgará la causa de ellos contra ti.

12 Aplica tu corazón a la enseñanza,
Y tus oídos a las palabras de sabiduría.
(Porque entonces, agradarás a Cristo)

13 No rehúses corregir al muchacho;
Porque si lo castigas con vara, no morirá.


14 Lo castigarás con vara,
Y librarás su alma del Seol. (Enséñale a tiempo)

15 Hijo mío, si tu corazón fuere sabio,
También a mí se me alegrará el corazón;

16 Mis entrañas también se alegrarán
Cuando tus labios hablaren cosas rectas.

17 No tenga tu corazón envidia de los pecadores,
Antes persevera en el temor de Jehová todo el tiempo;


18 Porque ciertamente hay fin,
Y tu esperanza no será cortada.

19 Oye, hijo mío, y sé sabio,
Y endereza tu corazón al camino.

20 No estés con los bebedores de vino,
Ni con los comedores de carne;

21 Porque el bebedor y el comilón empobrecerán,
Y el sueño hará vestir vestidos rotos.


22 Oye a tu padre, a aquel que te engendró;
Y cuando tu madre envejeciere, no la menosprecies.

23 Compra la verdad, y no la vendas;
La sabiduría, la enseñanza y la inteligencia.

24 Mucho se alegrará el padre del justo,
Y el que engendra sabio se gozará con él.

25 Alégrense tu padre y tu madre,
Y gócese la que te dio a luz.


26 Dame, hijo mío, tu corazón,
Y miren tus ojos por mis caminos.

27 Porque abismo profundo es la ramera,
Y pozo angosto la extraña.

28 También ella, como robador, acecha,
Y multiplica entre los hombres los prevaricadores.

29 ¿Para quién será el ay? 
¿Para quién el dolor? 
¿Para quién las rencillas?
¿Para quién las quejas? 
¿Para quién las heridas en balde?
¿Para quién lo amoratado de los ojos?


30 Para los que se detienen mucho en el vino,
Para los que van buscando la mistura.

31 No mires al vino cuando rojea,
Cuando resplandece su color en la copa.
Se entra suavemente;

32 Mas al fin como serpiente morderá,
Y como áspid dará dolor.

33 Tus ojos mirarán cosas extrañas,
Y tu corazón hablará perversidades.

34 Serás como el que yace en medio del mar,
O como el que está en la punta de un mastelero.

35 Y dirás: Me hirieron, mas no me dolió;
Me azotaron, mas no lo sentí;
Cuando despertare, aún lo volveré a buscar.